Cristina Kirchner saludaba a la gente que se había congregado afuera de su departamento de Recoleta cuando, a las 20.52, un hombre se abrió paso entre la multitud, le apuntó un arma a la cabeza y gatilló.
El 22 de agosto el fiscal Diego Luciani había brindado los alegatos finales de la causa “Vialidad” y pedido 12 años de prisión para CFK y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. La acusó de ser jefa de una asociación ilícita y de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública.
Seguidores de Cristina empezaron a congregarse en su casa de Recoleta y en distintos puntos del país en muestra de solidaridad. Paralelamente se montó un acampe en la esquina de su casa, en Juncal y Uruguay
El 27 de agosto, cuando estaba convocada una movilización a favor de Cristina en Parque Lezama, el Gobierno de la Ciudad valló los alrededores del departamento y la manifestación se movió a Recoleta. La policía porteña reprimió a los manifestantes.
Nacido en Brasil, de 36 años, fue retenido por militantes después de intentar dispararle a Cristina Kirchner y detenido esa misma noche en el lugar. Había aparecido en TV junto a su novia, Brenda Uliarte, criticando los planes sociales y otras medidas del Gobierno y cuestionando la designación de Sergio Massa. Después del hecho dijo “el arma estaba cargada, tiré el gatillo y el tiro no salió”. Imputado por la tentativa de homicidio a CFK, enfrentará un juicio oral. Además está condenado a un año de prisión en suspenso por tenencia ilegítima de un DNI hallado en un allanamiento a la casa donde vivía.
Pistola Bersa calibre 32
Apareció en una vereda cerca del lugar del hecho
Liviana y de diseño compacto
Tenía cinco balas
Tenía ADN de Sabag Montiel
Aparecía en videos de Sabag Montiel
Según el peritaje, Sabag Montiel no movió hacia atrás la corredera de la pistola, por lo que el proyectil no entró en la recámara y eso evitó que saliera el disparo.
En cadena nacional, Alberto Fernández decretó feriado nacional para ese viernes, pero Mendoza y Jujuy se negaron a adherir. Hubo movilizaciones en todo el país en rechazo al atentado, y medios de todo el mundo se hicieron eco del ataque. Patricia Bullrich fue la única referente política que no repudió el ataque.
Nacido en Brasil, de 36 años, fue retenido por militantes después de intentar dispararle a Cristina Kirchner y detenido esa misma noche en el lugar. Había aparecido en TV junto a su novia, Brenda Uliarte, criticando los planes sociales y otras medidas del Gobierno y cuestionando la designación de Sergio Massa. Después del hecho dijo “el arma estaba cargada, tiré el gatillo y el tiro no salió”. Imputado por la tentativa de homicidio a CFK, enfrentará un juicio oral. Además está condenado a un año de prisión en suspenso por tenencia ilegítima de un DNI hallado en un allanamiento a la casa donde vivía.
Fue detenida el 4 de septiembre a la noche en la Estación Palermo del Tren San Martín. La joven, de 23 años, era pareja de Sabag Montiel y se se dedicaba a vender algodón de azúcar y contenido sexual en una red social Contó que se conocían hace años y llevaban un mes conviviendo. Como su novio, enfrentará un juicio oral por la tentativa de homicidio de la vicepresidenta y también fue condenada a un año de prisión en suspenso por la tenencia ilegítima de un DNI que se halló cuando allanaron el domicilio que compartían.
Fue el cuarto y último detenido en la causa. Era el jefe de los vendedores de copos de azúcar —más tarde conocidos como "Los Copitos"— y fue imputado como partícipe secundario por haber intervenido en la planificación del intento de asesinato a CFK. “Recién intentamos matar a cristina”, se jactó ante conocidos por Whatsapp y a su hermanastra le dijo que había entregado un arma para el ataque. No fue el arma que se encontró pero según dijo entregó una. Además, solía decir que amigo Sabag Montiel era un héroe.
Agustina Díaz tenía 21 años cuando fue detenida, y la Justicia llegó a ella a raíz de los chats en los que Brenda Uliarte le contaba de sus planes de asesinar a Cristina. Díaz también aconsejó a Uliarte cómo burlar a la Justicia. A fines de octubre la Cámara Federal porteña le dictó la falta de mérito y ordenó su liberación. Con la elevación a juicio del caso, fue sobreseída
La violenta organización de ultraderecha, liderada por Jonathan Morel y Leonardo Sosa, fue responsable desde el comienzo de difundir mensajes de odio en contra de Cristina Kirchner y otros referentes, y de incitar a la violencia en contra de la vicepresidenta, además de expresar abiertamente la idea de asesinarla en plataformas como Twitter Spaces y con acciones en la calle.
Fueron ellos quienes llevaron a una movilización en Plaza de Mayo una guillotina que decía: "Todos presos, muertos o exiliados", y ya tenían una causa por daños e incidentes frente a la casa de Cristina, e imputaciones por insultar, amenazar, escupir y perseguir a varios dirigentes.
El papel de Revolución Federal en la trama del caso es clave especialmente por la vinculación de Jonathan Morel con Caputo Hermanos —de la familia del exministro macrista— y por la figura de Delfina Wagner, panelista de Crónica TV que mantenía contacto con Morel y a la vez con Brenda Uliarte, y que incluso podría estar vinculada a Gerardo Milman. La querella de CFK pidió investigar a Wagner, que actualmente vive en el departamento de Ximena de Tezanos Pinto, conocida como “la vecina de Cristina”.
Jueza federal desde 2019 y vinculada al PRO por su trabajo en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP) donde se forman policías y funcionarios porteños. Quedó a cargo de la causa del atentado, pero fue recusada dos veces (en noviembre de 2022 y en enero de 2023) y finalmente delegó la investigación a la fiscalía de Carlos Rívolo.
A fines de mayo, el fiscal solicitó la elevación a juicio oral del caso, dejando como responsables solo a los detenidos, considerados “tres locos sueltos”, sin incluir a los señalados como posibles instigadores, partícipes y financistas, varios de ellos vinculados a Juntos por el Cambio. “Para CFK no hay ni habrá justicia”, respondió la vicepresidenta en una carta.
Jueza federal desde 2019 y vinculada al PRO por su trabajo en el Instituto Superior de Seguridad Pública (ISSP) donde se forman policías y funcionarios porteños. Quedó a cargo de la causa del atentado, pero fue recusada dos veces (en noviembre de 2022 y en enero de 2023) y finalmente delegó la investigación a la fiscalía de Carlos Rívolo.
A fines de mayo, el fiscal solicitó la elevación a juicio oral del caso, dejando como responsables solo a los detenidos, considerados “tres locos sueltos”, sin incluir a los señalados como posibles instigadores, partícipes y financistas, varios de ellos vinculados a Juntos por el Cambio. “Para CFK no hay ni habrá justicia”, respondió la vicepresidenta en una carta.
José Manuel Ubeira
Marcos Aldazabal
Las imputaciones por el delito de “homicidio doblemente calificado por alevosía y premeditación”
Fernando Sabag Montiel autor y tenencia de un arma de fuego
Brenda Uliarte: partícipe necesaria y coautora
Nicolás Gabriel Carrizo: partícipe secundario
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Brenda Uliarte: partícipe necesaria y coautora
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La pista Milman
“Cuando la maten yo estoy camino a la costa”, les dijo Gerardo Milman, diputado y mano derecha de Patricia Bullrich, a dos mujeres con las que trabaja solo dos días antes del atentado contra CFK. Eso lo contó a la Justicia un trabajador del Congreso a fines de septiembre pasado. Esta pista quedó también en manos de Capuchetti, pero en una causa separada de la del atentado. La investigación tuvo muchas falencias, como no peritar el celular de Milman y no secuestrar los teléfonos de las dos mujeres —el de una de ellas incluso fue borrado por un colaborador de Bullrich—.
Además hay proyectos muy sospechosos que el propio Milman presentó antes y después del ataque, como el del 18 de agosto, que pedía información sobre seguridad para personas de "alta investidura" y decía: “No vaya a ser que algún vanguardista iluminado pretenda favorecer el clima de violencia que se está armando, con un falso ataque a la figura de Cristina, para victimizarla, sacarla de entre las cuerdas judiciales en las que se halla y no puede salir".
Los hermanos Caputo y los millones misteriosos
Escudándose en que no se podía probar “que el ataque investigado haya requerido de una financiación específica” y que no había pistas de que “los imputados hubieren recibido financiación externa o pago alguno para llevarlo adelante”, la fiscalía “cerró el caso” sin ahondar en el rastro de más de 10 millones de pesos que Caputo Hermanos —empresa de la familia de Nicolás, exministro de Finanzas de Mauricio Macri— le pagó al líder de Revolución Federal, Jonathan Morel, por unos supuestos trabajos de carpintería que nunca realizó.
Defina Wagner y la vecina de Cristina
Pocos días antes de cumplirse el primer año del atentado, los abogados de la vicepresidenta pidieron a la Justicia que investigue a Delfina Wagner, candidata a legisladora por La Libertad Avanza, quien a su vez dijo que vive en el departamento de Ximena de Tezanos Pinto, la vecina de la expresidenta.
Para la querella estas dos mujeres son clave en la vinculación entre los imputados por el atentado —Sabag Montiel y Uliarte— y la agrupación Revolución Federal. "Wagner es una activista de ultraderecha con contactos directos con personas vinculadas con esta causa y con personas de la agrupación Revolución Federal", dicen en un escrito en el que sitúan a la joven en el mismo lugar que los imputados por el atentado y exponen mensajes que cruzó con Sabag Montiel y con Uliarte.
Pero además de sus vinculaciones con los autores del atentado, Wagner conecta sospechosamente con Revolución Federal, con la famosa “vecina de Cristina” y hasta con el propio Gerardo Milman. Hasta agosto de 2023 la joven cronista no está siendo investigada en relación al ataque a la vicepresidenta.
Créditos
Coordinación periodística: Juliana Argañaraz
Project Manager: Dana Osella
Diseño: Sebastián Gómez
Desarrollo: Santiago Acosta
En base a las notas de:
Irina Hauser y Raúl Kollmann